El italiano resaltó como argumento ante el juez que se le había negado el derecho a una libre y justa defensa, y pidió además una indemnización de un millón de euros por daños y perjuicios. "Mi cliente únicamente desea poder hacer lo que quiere y recobrar su libertad. Está tranquilo y determinado", señaló el abogado de Briatore, Philippe Ouakrat, a la salida de la audiencia.
Según éste, el ex director deportivo de Renault cree que la FIA no tiene derecho a imponer sanciones de por vida y que su sanción no fue dictaminada por un juez imparcial a causa de su historial de enfrentamientos con el ya ex presidente del organismo, Max Mosley. Además, el italiano también critica que todo el caso fue distorsionado y que estuvo parcialmente basado en un testigo anónimo, que nunca fue nombrado.
Briatore lo que persigue es quedarse con el equipo Renault.
Lo que pretende Flavio con todo esto es poder al gran circo, el millón de euros es calderilla para él.
La intención de Flavio es que la justicia anule la sanción federativa a perpetuidad que le impide cualquier actividad relacionada con los grandes premios. El ex jefe de Renault pretende regresar quedarse con el equipo si es que la marca del rombo decide abandonar la competición.
La operación sería muy similar a la de este temporada de Ross Brawn con Honda. Flavio seguiría gestionando la escudería, que tendría un nuevo nombre, y Renault le facilitaría los motores, evitando así de paso las complicaciones que podría acarrearle el incumplimiento del Pacto de la Concordia.
El próximo mes será decisivo al respecto. Carlos Ghosn, presidente del grupo, anunciará si continúan y Briatore tendrá su sentencia el cinco de enero, quizás los Reyes no le traigan carbón por haberse portado tan mal y le hagan un buen regalo.
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