Los equipos ya no saben que es lo que puede hacer Red Bull para clasificar tan bien en la Q3 y ahora se ha filtrado una nueva teoría relacionada con los escapes que soplan en el difusor.
La pregunta del millón es como Red Bull puede hacer una vuelta tan buena en la Q3 cuando en la Q2 o sin gasolina los tiempos son bastante parecidos a los de sus rivales. Siempre se escucha decir que se guardan un as en la manga.
La efectividad es cercana al 100% (8 de 9 poles posibles) y la única en la que pincharon se debió a que Hamilton con alguna trampilla clasificó con muy poca gasolina y tuvo que parar su coche en la vuelta de retorno a boxes lo que le costo como siempre una sanción económica pero no una pérdida de los tiempos.
A principios de temporada se especuló con que la clave estaba en unos amortiguadores con gas que podían 'inflarse' y 'desinflarse' de la calificación a la carrera, con lo que el coche era más alto o más bajo sin tocar nada, como es preceptivo. Es decir, que tenía la altura ideal para la calificación y luego para la carrera otra distinta. Los comisarios de la FIA lo investigaron mientras Christian Horner, jefe del equipo, echaba pestes de las insinuaciones de McLaren, principal dedo acusador. No se pudo demostrar nada.
La versión más próxima a la realidad, según varias fuentes consultadas, es que Red Bull tendría una opción de ajuste del motor que obra el milagro. El periodista británico de la ITV James Allen a través de su blog ha sido el que ha lanzado esta nueva hipótesis. Hasta la BBC se ha hecho eco de la filtración de que el Red Bull sería capaz de retardar la ignición del propulsor pero manteniendo a su vez la presión del gas en los escapes, incluso cuando el piloto levanta el pie del acelerador. Gracias a eso, se mantiene durante el 100% del tiempo activo el famoso difusor soplado (así llamado porque los escapes en posición muy baja echan aire directamente a través del difusor, esquema que ha sido copiado por McLaren y Ferrari) y por tanto se mantiene la carga aerodinámica el 100 por 100 de la vuelta.
No es algo que se pueda hacer más de una o dos vueltas ya que daña el motor por sobrerégimen y sobrecalentamiento, pero ofrece un extra, una fracción de tiempo vital durante uno o dos giros que mantiene a Red Bull por delante del resto en esa Q3. Habitualmente un monoplaza está con el acelerador a tope pisado entre un 60 y un 70% del tiempo por vuelta, nunca un 100, y con este sistema se da la vuelta perfecta, siempre con carga máxima incluso sin pisar el acelerador.
El misterio es ¿cómo han logrado hacer eso con una centralita única para todos?
Veremos ahora que McLaren (para Silverstone) y Mercedes, Ferrai y Renault que ya cuentan con los escapes bajos son capaces de reproducir este sistema y lograr los tiempos de Red Bull.
Lo que si es cierto es que en clasificación la aultira del coche sin carga de gasolina es muy similar a la que tiene el coche en carrea con más de 180 kilos de carburante. ¿Como hacen eso sin tocar las suspensiones? Es el gran misterio que trae de cabeza al resto de equipos.
La pregunta del millón es como Red Bull puede hacer una vuelta tan buena en la Q3 cuando en la Q2 o sin gasolina los tiempos son bastante parecidos a los de sus rivales. Siempre se escucha decir que se guardan un as en la manga.
La efectividad es cercana al 100% (8 de 9 poles posibles) y la única en la que pincharon se debió a que Hamilton con alguna trampilla clasificó con muy poca gasolina y tuvo que parar su coche en la vuelta de retorno a boxes lo que le costo como siempre una sanción económica pero no una pérdida de los tiempos.
A principios de temporada se especuló con que la clave estaba en unos amortiguadores con gas que podían 'inflarse' y 'desinflarse' de la calificación a la carrera, con lo que el coche era más alto o más bajo sin tocar nada, como es preceptivo. Es decir, que tenía la altura ideal para la calificación y luego para la carrera otra distinta. Los comisarios de la FIA lo investigaron mientras Christian Horner, jefe del equipo, echaba pestes de las insinuaciones de McLaren, principal dedo acusador. No se pudo demostrar nada.
La versión más próxima a la realidad, según varias fuentes consultadas, es que Red Bull tendría una opción de ajuste del motor que obra el milagro. El periodista británico de la ITV James Allen a través de su blog ha sido el que ha lanzado esta nueva hipótesis. Hasta la BBC se ha hecho eco de la filtración de que el Red Bull sería capaz de retardar la ignición del propulsor pero manteniendo a su vez la presión del gas en los escapes, incluso cuando el piloto levanta el pie del acelerador. Gracias a eso, se mantiene durante el 100% del tiempo activo el famoso difusor soplado (así llamado porque los escapes en posición muy baja echan aire directamente a través del difusor, esquema que ha sido copiado por McLaren y Ferrari) y por tanto se mantiene la carga aerodinámica el 100 por 100 de la vuelta.
No es algo que se pueda hacer más de una o dos vueltas ya que daña el motor por sobrerégimen y sobrecalentamiento, pero ofrece un extra, una fracción de tiempo vital durante uno o dos giros que mantiene a Red Bull por delante del resto en esa Q3. Habitualmente un monoplaza está con el acelerador a tope pisado entre un 60 y un 70% del tiempo por vuelta, nunca un 100, y con este sistema se da la vuelta perfecta, siempre con carga máxima incluso sin pisar el acelerador.
El misterio es ¿cómo han logrado hacer eso con una centralita única para todos?
Veremos ahora que McLaren (para Silverstone) y Mercedes, Ferrai y Renault que ya cuentan con los escapes bajos son capaces de reproducir este sistema y lograr los tiempos de Red Bull.
Lo que si es cierto es que en clasificación la aultira del coche sin carga de gasolina es muy similar a la que tiene el coche en carrea con más de 180 kilos de carburante. ¿Como hacen eso sin tocar las suspensiones? Es el gran misterio que trae de cabeza al resto de equipos.
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